Terapia regresiva
¿Qué es la terapia regresiva y para qué sirve?
Para mí, la terapia regresiva consiste en un diálogo profundo y sincero entre la Conciencia Superior de la persona o Alma y su conciencia más normal y humana.
Aspectos generales
Existen diversas maneras de realizar una regresión. Catalogo mi modo de trabajar como Terapia Regresiva Integrativa de “carácter no hipnótico”.
Creo aunar el esfuerzo, el trabajo y el estudio realizado a lo largo de más de 30 años de mi vida en diversos campos y materias.
En Terapia Regresiva se puede trabajar con hipnosis o sin ella, siendo igual de efectivos ambas modalidades.
Desde mi punto de vista personal, la gran ventaja de la “no hipnosis” es que permite al paciente ser plenamente consciente durante toda la sesión. Se evita la posibilidad de programar hipnóticamente la mente del paciente, con lo que se disminuye la posibilidad de un uso inadecuado de la técnica.
Todas mis sesiones son sistemáticamente grabadas para que el propio paciente las tenga a su disposición y les pueda sacar el mayor provecho posible.
Antes de una regresión, realizo una entrevista con el paciente en la que me expresa su motivo de consulta y toda la información que considera necesaria para que yo pueda entender todo su proceso.
Una terapia regresiva bien realizada suele permitir ir al verdadero origen del conflicto que sufre la persona. El Alma o Conciencia Superior de la persona lo tiene todo “grabado” y le muestra qué es lo que pasa por dentro, cómo se originó, con qué seres, en qué circunstancias y, sobre todo, le muestra la salida más sabia y adecuada.
Parte de mi trabajo consiste en mantener al paciente en contacto la mayor parte del tiempo con su propia Alma o Consciencia Superior, que de algún modo “dirige” la sesión. La profesionalidad, la experiencia y la ética del terapeuta son imprescindibles en este trabajo.
El terapeuta debe respetar sagradamente el proceso del Alma del paciente. La experiencia debe brotar de un modo natural y espontáneo sin que resulte condicionada por el terapeuta. Ninguno de mis pacientes duda de que lo que ha vivido ha salido de su interior y no por inducción o influencia mía.
El número de sesiones necesarias para resolver un conflicto profundo del alma dependerá siempre de la propia persona, de la gravedad del conflicto y de otras aspectos actuales, actitudinales y ambientales del propio paciente.
Se necesita un cierto tiempo para ir asimilando lo que se vive en la primera regresión. No hay que tener prisa alguna para realizar una segunda, salvo auténtica necesidad (en este caso sugiero dejar pasar al menos un mes de intervalo).
La verdad es que la primera regresión provoca ya un gran cambio en la persona. Ahora la persona es consciente de muchas cosas sobre sí misma que antes ignoraba. A veces sufre lo que se conoce como “shock ontológico”. Sus valores pueden cambiar de repente. Lo que antes era importante deja de serlo y lo que antes no lo era ahora adquiere un lugar protagonista.
Saber digerir no sólo intelectualmente, sino emocional y vivencialmente lo que se siente, se ve y se vive en la primera regresión es necesario antes de seguir avanzando en el trabajo.
Aspectos concretos
Después de la primera sesión, sugiero un período de entre uno y seis meses para asimilar todo lo que el Alma ha revelado y para plantearse e implementar los posibles cambios que la persona necesite hacer.
Cada uno de mis pacientes recibe un pen drive después de su primera sesión. Contiene valiosa información y resulta todo un apoyo terapéutico. Contiene más de cien audiolibros grabados con mi propia voz. En dicho pen drive se van grabando las posteriores sesiones regresivas y no regresivas individuales y grupales del trabajo personal que se realiza después de la primera sesión.
Esta metodología, que tanta energía ahorra al ir directamente al núcleo del conflicto, requiere una fuerte implicación personal por parte de la persona si de verdad quiere cambiar su vida («real-izar» – cambios reales a largo plazo).
No es apta para personas que se consideran víctimas. Conocer la verdad sobre uno mismo exige un cambio radical posterior en algunos aspectos de nuestra vida. No resulta grato, aunque el resultado final sea muy satisfactorio.
Algunas personas que pudieran necesitar una ayuda extra más personal pueden optar por solicitar sesiones individuales presenciales u on-line, además de aprovechar las opciones generales que todos los pacientes tienen.

METODOLOGÍA
He llegado a desarrollar mi propia metodología personal que constituye una mezcla de conocimientos universitarios, formación en distintos campos del conocimiento, experiencia personal en diferentes áreas profesionales y, sobre todo, el aspecto espiritual del ser humano como base fundamental del cambio y de la mejora en la salud de las personas.
El día de la regresión, el usuario realiza una entrevista previa que luego es sometida a un testaje radiestésico con varillas y base kinesiológica.
La información obtenida en esta parte del trabajo resulta de gran utilidad para el consultante con independencia del resultado de la regresión.
Después de la regresión terapeuta y usuario mantienen un breve diálogo para comentar lo que se ha trabajado durante la regresión y para ofrecer las orientaciones necesarias de cara al trabajo personal posterior a realizar después de la sesión.
Definitivamente mi forma de trabajar es muy personal y práctica. Pueden ver los testimonios de pacientes y personas formadas en mis clases.